Bienvenidos al Tren

    

Un mundo imaginario lleno de ilusiones coloridas



Versióncomplit


Quiero darme la vuelta, quiero mirar y ver, quiero girarme de una vez por todas, y quedarme en ese sentido, en donde todo tiene sentido. Es ahí donde empieza la razón, donde todo tiene explicación, pero no hay nadie. Ahí no hay nadie, todos se quedaron de este lado, y se los ve bien cómodos, tienen sillones, tienen mucamas, o no, no tienen ni sillones ni mucamas, pero tienen la esperanza de tenerlos, y por esa esperanza es por la  que ese otro lado se les olvida. A mi me pasó, ¿a quién no le pasó? Todavía no se que me llevó a acordarme de que no todo lo encontraba ahí, quizás es esa voz interior de la que se suele hablar, no la que escuchamos cotidianamente, sino la que perdemos cuando empezamos a aprender, a aprender qué nos rodea, qué nos tiene que gustar, qué tenemos que querer, y hacia qué tenemos que aspirar. De repente tu vida  ya estaba armada, la de tu hermano, la de tu hijo; y ese cuento de la libertad, no fue más que otra invención de este mundo tan tecnológico. Hay tantos inventos, son tan útiles, tan coloridos y emocionantes, que qué nos puede importar lo que de verdad queremos, ahora vamos a querer esta novedad, si a todos les gusta, ¿por qué no a mi también? Y la gente no cree en el destino, ¿cómo no se va a creer en él teniendo tantas pautas que nos van a determinar? Yo creo en un destino, bastante generalizado, bastante público, al fin y al cabo, no terminamos siendo más que todos igualitos, bien moldeados, qué bien que se nos enseñó, y nadie se preguntó por qué todo tenía que ser así. ¿Y si un día todos nos dejamos ser? Está bien, tal vez no todos, lo podríamos hacer gradualmente, podríamos empezar jugando, si al fin y al cabo de eso se trata, tendríamos que vivir jugando, jugando a ser lo que queremos ser y hacer, como cuando éramos chicos, pero sin limitaciones, sin vergüenzas, y sin prejuicios (jugando, no juzgando). De a poco empiezo  a girarme, y empiezo a ver de ese lado, un punto, un punto que va tomando forma, y más y más formas, ese punto se está transformando en líneas, líneas onduladas, líneas rectas, y lo empiezan a acompañar más puntos, algunos quieren ser círculos, y lo hacen, tan simple como eso, y a otros le gusto la idea de ser muchos puntitos, que se dispersan en todas direcciones. Me vuelvo a girar, hacia el lado donde estábamos todos juntos (¿juntos?), y cada vez hay menos, menos moldes, y los que quedan ya pueden vislumbrar el otro sector, pero aún lo miran con desprecio. Pero ese  brillo en sus ojos los delata, se llenan de puntitos, esos ojos se desesperan por pasar al otro lado, por dejar esos cuerpos tan repetidos, y pasar la frontera del diseño, y jugar, jugar hasta el cansancio, de mil formas posibles. Algunos ojos lo decidieron, dejaron correr a esos puntos, los dejaron salir, y están todos allá, del otro lado, ya no queda ni un punto en su cuerpo, ahora todos tienen las formas más lindas, más creativas, y se van articulando de acuerdo a sus ganas. ¿No es esto volver al origen de todo? Un punto en el espacio; más puntos, menos espacio, más vida, y dejarse ser.

1 comentario:

  1. bien dicho. puntos en el espacio. puntos en cualquier lado imaginable y porque no inimaginable. puntos que toman la forma que tengas ganas. que bueno volver al origen!

    el anonimo de siempre

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