A veces lo querés mirar con macro, y ver bien bien en profundidad a eso que tenés ahí adelante. Pero no vas a ver nada, no vas a encontrar lo que buscás, porque seguís con superficialidades, profundidades no profundas que todavía te confunden. Para meterte en todos esos rincones vas a dejar de lado cada estrategia visual que intentaste crear, y te vas a dar cuenta que tenés un largo trabajo por delante. Pero qué te digo trabajo, si no hay nada que te guste más que conocerlo, porque ya sabemos que de eso se trata. Y cada día es más lindo, cada día llegás más hondo y entendés mejor que nadie. ¿Entendés mejor que nadie? Porque resulta que un día este macro te falló, y cuando pensabas que ya lo sabías (lo conocías) todo, esa persona ya era otra persona. Y te preguntás si se te rayó la lente, si se te golpeó la máquina, o si se te lleno de agua y arena; pero nada tiene que ver con nada, y date cuenta que la realidad no es estática. Apretás fuerte los dientes, y acá vas de nuevo, que no está mal que las cosas cambien.
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