Yo busco la forma de salir. En la forma de salir está la dificultad. No sabemos cuál es, entonces buscamos mal, encontramos malas formas. Mala forma es aquella que es  dependiente. Dependo del otro, dependo de  eso y dependo de aquello. Mala forma es necesitar  lo externo a uno, encontrar la tranquilidad en un tranquilizante que dura apenas unas horas. Ahí está lo malo. Cuando se acaba el efecto tenés que empezar de nuevo la búsqueda, pero cada vez estás más cansado. Encontrar la forma de salida es encontrar la forma de entrada. Entrar en uno mismo, abrirte a la posibilidad de descubrirte. Entrar y confiar, crecer, y disfrutar de estar adentro para disfrutar el afuera. Pero cuando yo busco la forma de salir aparecen un montón de caminos, caminos confusos. Y sí, elegí ir por ese, pero después elegí salir, elegí confundirme para después acertar. Necesitaste la dependencia para valorar la autonomía, necesitaste quedarte afuera para aprender a sentir y elegir desde bien adentro.