Bienvenidos al Tren

    

Un mundo imaginario lleno de ilusiones coloridas





Abrí los ojos, asomé un brazo, hacía frío. Me tenía que levantar. Tenía. Tuve todo el día; todo es tener qué. Desde que te despertás, hasta que te volvés a dormir. Podría contar con los dedos de la mano, aquellas actividades que no tienen espacio en el deber. Las podría describir, podrían sonar tan bien y parecer tan diferentes y admirables. Me podría sentir orgulloso, un tanto rebelde por qué no. Si! Yo soy el que no los siguió a todos, un hombre fuerte y bien decidido, que sabe lo que quiere. Pero mentiría, aunque me cueste admitirlo. Ya nos unificaron el pensamiento, el tuyo, el de él, el de ella, y el mío; ya tenemos estructuras, nuestros arquitectos hicieron de nosotros lo mejor, ¿lo mejor para quién? estoy seguro que no estaban pensando ni en vos, ni en mí, ni en nosotros.

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